Milton Caraglio regresó a Rosario después de su polémico viaje a Europa y eligió a Ovación para relatar su parte de la historia. El delantero canalla no esquivó ningún tema y no hizo esfuerzos para ocultar el dolor que le provoca este conflicto. Quebrado, abatido, con más preguntas que respuestas, así se animó a poner sobre la mesa su verdad. “Yo no quise fugarme”, aseguró el Gordo en una extensa entrevista en la que reveló detalles de su periplo por Inglaterra e Italia, en donde no pasó dos revisiones médicas (West Ham y Catania) por un problema que le detectaron en la rodilla derecha. “Esto es claro, si no me opero, no juego nunca más”, explicó sobre las lesiones que lo persiguen. Y también envió un mensaje a la gente: “Soy hincha del club y nunca le quise hacer mal a Central”.
—¿Cuál es tu versión del viaje?
—Fui a Europa para tratar de hacerle un bien al club para que ingrese dinero. No quería irme mal. Obvio que fue una gran equivocación lo de West Ham, pero fue un malentendido y cada uno asumió su responsabilidad en ese asunto. Yo nunca le quise hacer mal a Central. Se ve que todo esto puso de malhumor a los dirigentes pero ahora sólo pienso en mi rodilla, que para mí es lo más importante.
—¿En Central sabían que iban a buscar club?
—Estaban al tanto de todo. Las intenciones fueron buenas pero lo del West Ham fue un error. Ahora quiero mirar mi salud, mi rodilla, tengo 21 años, tres operaciones y todavía no sé si vuelvo a jugar.
—¿Por qué te prestaste a jugar?
—Fue un malentendido. Cristian (Le Bihan) estaba haciendo papeles y yo estaba con los médicos y entendí que estaba todo bien. Era mi primera vez en una transferencia. Tenía problemas con el idioma, no había un traductor y jugué.
—Pero sos un profesional, ¿cómo no te diste cuenta de ese error?
—En el momento creía que estaba todo cerrado. Después no sabía qué pensar, más estando lejos. Lamentablemente no puedo volver el tiempo atrás. Sé que me pegaron muy duro y que después de esa foto la gente tiene una imagen diferente de mí.
—¿Cómo seguirá la relación con la gente?
—Nunca tuve problemas con la gente, ni le falté el respeto. No sé si me quieren perdonar. Como hincha los entiendo, pero nunca me quise fugar, ni hice nada con mala leche.
—¿Te sorprendió la lesión?
—Luego de tres operaciones, era lo que menos me esperaba. Viajé sin saber cómo estaba mi rodilla. Sentí una gran impotencia. Estaba mal porque quiero mucho a Central. No sé si le di mucho, pero hice todo lo que pude y nunca tuve mala intención con nadie.
—¿Qué pasa si no te operás?
—No juego nunca más. Eso es lo que me dijeron todos los médicos que me vieron en Europa.
—¿Cómo sigue la historia?
—Me harán estudios en el Mapaci y ahí veremos dónde me opero.
—¿Nunca te hicieron un estudio después de la última operación?
—No me acuerdo. Además me sentía bien. Por eso viajé confiado, no me hubiera ido 20 días a Europa sabiendo que estoy roto.
—¿Te sentís en una situación muy incómoda?
—Sí, sobre todo porque soy de acá. Yo vengo arrastrando cosas que no sé si son injustas pero duelen mucho. Esto me pegó muy mal.
—¿Crées que no hay retorno y no podés jugar más en Central?
—No digo eso. A lo mejor vuelvo, hago goles y la gente me vuelve a querer. Ahora el tema es mi rodilla.
—¿Te tuviste que mudar después del descenso?
—Sí, estaba complicado porque soy de Rosario y me quedé. Me tuve que esconder un tiempo.
—¿Estás cansado de las lesiones?
—La verdad es que esto me da por las pelotas. Con 21 años tengo que operarme por cuarta vez y no sé si puedo jugar después. Yo no soy millonario, no tengo casa propia y tengo teléfono con tarjeta. La vengo remando desde muy chico. Estoy muy mal, ya no sé qué pensar. Igual, sé que voy a sacar esto adelante con mi gente.
—¿Con quién estás dolido?
—No le tengo bronca a nadie. Sólo pienso en mi rodilla.
—¿Aceptarías que le hagan un juicio a Central?
—En ningún momento se me pasó por la cabeza.
—¿Sabés que te queda un año de contrato y las especulaciones son muchas?
—Hoy sólo pienso en mi rodilla. Por más que firme por 50 años, si me rompo no juego más. Yo quiero jugar, no me interesa que me den plata por estar parado.
—¿Cuál es la solución a esto?
—Quiero ver con quién me opero y recuperarme de la mejor manera para que esto no vuelva a ocurrir.
Reunión tensa
Luego de 20 días en Europa, Caraglio arribó ayer por la mañana al país y rápidamente viajó a Rosario. Por la tarde se reunió con el presidente Speciale y el manager Belloso en la sede canalla y el encuentro fue muy tenso. No hubo acuerdo y decidieron realizar hoy nuevos estudios en el Mapaci para compararlos con los informes que trajeron de Europa. Si no coinciden, podrían recurrir a médicos de Buenos Aires para tener otra opinión.
LA CAPITAL
ROSARIO
—¿Cuál es tu versión del viaje?
—Fui a Europa para tratar de hacerle un bien al club para que ingrese dinero. No quería irme mal. Obvio que fue una gran equivocación lo de West Ham, pero fue un malentendido y cada uno asumió su responsabilidad en ese asunto. Yo nunca le quise hacer mal a Central. Se ve que todo esto puso de malhumor a los dirigentes pero ahora sólo pienso en mi rodilla, que para mí es lo más importante.
—¿En Central sabían que iban a buscar club?
—Estaban al tanto de todo. Las intenciones fueron buenas pero lo del West Ham fue un error. Ahora quiero mirar mi salud, mi rodilla, tengo 21 años, tres operaciones y todavía no sé si vuelvo a jugar.
—¿Por qué te prestaste a jugar?
—Fue un malentendido. Cristian (Le Bihan) estaba haciendo papeles y yo estaba con los médicos y entendí que estaba todo bien. Era mi primera vez en una transferencia. Tenía problemas con el idioma, no había un traductor y jugué.
—Pero sos un profesional, ¿cómo no te diste cuenta de ese error?
—En el momento creía que estaba todo cerrado. Después no sabía qué pensar, más estando lejos. Lamentablemente no puedo volver el tiempo atrás. Sé que me pegaron muy duro y que después de esa foto la gente tiene una imagen diferente de mí.
—¿Cómo seguirá la relación con la gente?
—Nunca tuve problemas con la gente, ni le falté el respeto. No sé si me quieren perdonar. Como hincha los entiendo, pero nunca me quise fugar, ni hice nada con mala leche.
—¿Te sorprendió la lesión?
—Luego de tres operaciones, era lo que menos me esperaba. Viajé sin saber cómo estaba mi rodilla. Sentí una gran impotencia. Estaba mal porque quiero mucho a Central. No sé si le di mucho, pero hice todo lo que pude y nunca tuve mala intención con nadie.
—¿Qué pasa si no te operás?
—No juego nunca más. Eso es lo que me dijeron todos los médicos que me vieron en Europa.
—¿Cómo sigue la historia?
—Me harán estudios en el Mapaci y ahí veremos dónde me opero.
—¿Nunca te hicieron un estudio después de la última operación?
—No me acuerdo. Además me sentía bien. Por eso viajé confiado, no me hubiera ido 20 días a Europa sabiendo que estoy roto.
—¿Te sentís en una situación muy incómoda?
—Sí, sobre todo porque soy de acá. Yo vengo arrastrando cosas que no sé si son injustas pero duelen mucho. Esto me pegó muy mal.
—¿Crées que no hay retorno y no podés jugar más en Central?
—No digo eso. A lo mejor vuelvo, hago goles y la gente me vuelve a querer. Ahora el tema es mi rodilla.
—¿Te tuviste que mudar después del descenso?
—Sí, estaba complicado porque soy de Rosario y me quedé. Me tuve que esconder un tiempo.
—¿Estás cansado de las lesiones?
—La verdad es que esto me da por las pelotas. Con 21 años tengo que operarme por cuarta vez y no sé si puedo jugar después. Yo no soy millonario, no tengo casa propia y tengo teléfono con tarjeta. La vengo remando desde muy chico. Estoy muy mal, ya no sé qué pensar. Igual, sé que voy a sacar esto adelante con mi gente.
—¿Con quién estás dolido?
—No le tengo bronca a nadie. Sólo pienso en mi rodilla.
—¿Aceptarías que le hagan un juicio a Central?
—En ningún momento se me pasó por la cabeza.
—¿Sabés que te queda un año de contrato y las especulaciones son muchas?
—Hoy sólo pienso en mi rodilla. Por más que firme por 50 años, si me rompo no juego más. Yo quiero jugar, no me interesa que me den plata por estar parado.
—¿Cuál es la solución a esto?
—Quiero ver con quién me opero y recuperarme de la mejor manera para que esto no vuelva a ocurrir.
Reunión tensa
Luego de 20 días en Europa, Caraglio arribó ayer por la mañana al país y rápidamente viajó a Rosario. Por la tarde se reunió con el presidente Speciale y el manager Belloso en la sede canalla y el encuentro fue muy tenso. No hubo acuerdo y decidieron realizar hoy nuevos estudios en el Mapaci para compararlos con los informes que trajeron de Europa. Si no coinciden, podrían recurrir a médicos de Buenos Aires para tener otra opinión.
LA CAPITAL
ROSARIO
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