La vuelta de Central al trabajo estuvo marcada por la tristeza generalizada que exhibieron los rostros de los protagonistas en casi toda la mañana. Inclusive, la mayoría optó por no exteriorizar sus sensaciones o pensamientos ante el racimo de medios de comunicación que se congregó en el country de Arroyo Seco. Se notó que la herida provocada por el descenso sigue muy abierta. De yapa, el plantel canalla no encontró la contención para capear el temporal que atraviesa debido a que no hay una comisión directiva a la que pueda recurrir. Y bajo el mandato interino de Ricardo Palma, los auriazules desarrollaron la primera sesión de entrenamiento para encarar la cercana temporada en la Primera B Nacional.
Salvo Gervasio Núñez (ver aparte) y Darío Ocampo, quien retornó a Vélez, el grueso de los profesionales, visiblemente golpeados por el mazazo que provocó haber perdido la plaza en la máxima divisional hace poco menos de un mes, fueron recibidos por el Gordo Palma, su colaborador Cristian Daniele y los preparadores físicos Miguel Quiroga y Guillermo Gutiérrez. La única cara nueva, o no tanto, fue la de Andrés Franzoia, quien regresó del préstamo a Huracán.
El provisorio cuerpo técnico auriazul tendrá el exigente desafío de llevar adelante el reacondicionamiento físico hasta que asuman las nuevas autoridades y el entrenador que estará al frente del equipo en el federal y duro torneo de la B Nacional.
También estuvo en la presentación el coordinador de las divisiones inferiores, Aurelio José Pascuttini.
La sesión consistió en una charla a fondo a modo de prólogo entre el grupo y los responsables de llevar adelante las tareas. Luego, el grupo se fue dividiendo y cumpliendo diversas consignas específicas, ya sea en la cancha principal como en los alrededores de la auxiliar.
La rutina fue light por varios motivos: era el primer día y además los jugadores demostraron estar aún muy golpeados desde lo anímico por haber perdido la categoría. Seguramente el semblante irá cambiando a medida que pasen los días.
LA CAPITAL
Salvo Gervasio Núñez (ver aparte) y Darío Ocampo, quien retornó a Vélez, el grueso de los profesionales, visiblemente golpeados por el mazazo que provocó haber perdido la plaza en la máxima divisional hace poco menos de un mes, fueron recibidos por el Gordo Palma, su colaborador Cristian Daniele y los preparadores físicos Miguel Quiroga y Guillermo Gutiérrez. La única cara nueva, o no tanto, fue la de Andrés Franzoia, quien regresó del préstamo a Huracán.
El provisorio cuerpo técnico auriazul tendrá el exigente desafío de llevar adelante el reacondicionamiento físico hasta que asuman las nuevas autoridades y el entrenador que estará al frente del equipo en el federal y duro torneo de la B Nacional.
También estuvo en la presentación el coordinador de las divisiones inferiores, Aurelio José Pascuttini.
La sesión consistió en una charla a fondo a modo de prólogo entre el grupo y los responsables de llevar adelante las tareas. Luego, el grupo se fue dividiendo y cumpliendo diversas consignas específicas, ya sea en la cancha principal como en los alrededores de la auxiliar.
La rutina fue light por varios motivos: era el primer día y además los jugadores demostraron estar aún muy golpeados desde lo anímico por haber perdido la categoría. Seguramente el semblante irá cambiando a medida que pasen los días.
LA CAPITAL
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