El partido entre Pacífico de Alvear y Huracán de San Rafael no pudo terminar por los disturbios que se desataron sobre el final. No hay detenidos.
Hinchas agrediendo a jugadores, un técnico herido por un proyectil que cayó desde la tribuna, barras rompiendo el alambrado para intentar ingresar a la cancha y policías peleando con futbolistas. Esa fue la triste imagen final que dejó el encuentro que disputaron ayer Pacífico de General Alvear y Huracán de San Rafael, por la Copa Argentina.
El encuentro, uno de los clásicos más "picantes" del sur mendocino que se disputó en Alvear, no pudo culminar porque el árbitro Vicente Pizzolatto lo suspendió por incidentes dentro y fuera de la cancha. Iban 42 minutos del segundo tiempo y el marcador estaba 2 a 1 a favor de Huracán, pero Pacífico tenía un penal a su favor.
En ese momento comenzaron los disturbios. El delantero del equipo sanrafaelino, Juan Amieva, había sido expulsado minutos antes y cuando se retiraba por el túnel aparentemente fue agredido por hinchas locales. Regresó al terreno mientras su compañeros le protestaban al árbitro.
La situación pareció calmarse pero cuando estaba por patearse el penal, el árbitro descubrió que atrás del arco, simpatizantes de Huracán habían roto el alambrado y amenazaban con invadir el campo de juego.
Efectivos de la Policía intervinieron. Sin embargo, la situación seguía tensa, ahora en la cancha. Porque los efectivos discutieron y forcejearon con el plantel sanrafaelino. En medio de la gresca, el DT visitante, Marcelo Torres, fue expulsado. Y como le ocurrió a Amieva, cuando ingresaba al túnel fue agredido. Retornó a la cancha con la cabeza ensangrentada para mostrarle al árbitro la herida.
Pasaron 15 minutos y tras el desalojo de la hinchada de Huracán, parecía que el partido se iba a reanudar. Pero Pizzolatto decidió suspenderlo y ahora será la AFA la que decida cómo seguirá.
Una posibilidad es darle el partido por perdido a ambos equipos. En tanto, dirigentes de Huracán consideran que el partido debe continuar mientras los de Pacífico sostienen que deberían avanzar a la siguiente instancia porque los incidentes fueron provocados por los visitantes.
Los cruces, en este caso dialécticos, continuaron fuera de la cancha. Para Torres, "el responsable fue el árbitro que inclinó la cancha durante todo el partido y le quedó grande el clásico. Nosotros no podemos perder un partido que estamos ganando 2 a 1 y la policía lo suspende. Creo que deberá seguir con las garantías necesarias".
Mientras que Héctor Moncada, presidente de Pacífico, indicó a Radio 1 de Alvear: "Conocemos a Marcelo Torres y terminó inventando todo, cortándose sólo en el túnel porque sabían que tenían todo perdido por los incidentes. Esto lo inventaron porque desde el banco le estaban pidiendo a su gente que se metieran a la cancha en los últimos 5 minutos para que lo suspendan y así lo daban por terminado. La tela estaba rota desde hacía más de media hora". Eso sí, no hay detenidos.
CLARÍN
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