"Creo que hubo algo raro entre la barra brava y la policía"

Edición impresa. Indignado por la agresión sufrida en la cancha de San Miguel, Néstor Rapa, le apuntó al mal trabajo del operativo de seguridad, informa Diario Crónica.

Lo vivido el sábado en el estadio de San Miguel difícilmente sea olvidado por los jugadores de Excursionistas, dirigentes y hasta simpatizantes del fútbol. Un día después de la locura protagonizada por unos delincuentes disfrazados de hinchas del elenco de Los Polvorines, que terminó con graves lesiones en jugadores del equipo del Bajo Belgrano, robo de sus pertenencias y hasta la destrucción del micro que los trasladó a la cancha, el entrenador Néstor Rapa, aún sin poder creer lo que tuvieron que soportar y hasta agradecido de que la historia no haya culminado con el peor de los finales, recibió a “Crónica” en su domicilio y contó con lujo de detalles todo lo ocurrido. “Llevo muchos años en el fútbol y lo que viví ayer (sábado) nunca me había pasado. Fue un milagro que esto no haya terminado con algún jugador de Excursionistas o dirigente muerto. Generaba mucha desesperación ver cómo le pegaban a la gente y no poder hacer nada. Llegó un momento en que veía a los chicos cubrirse la cara y recibir todos los golpes en el cuerpo. Me acerqué a un policía para decirle que haga algo, pero me respondió que si reprimían iba a ser peor. Si la policía intervenía, todo quedaba en un pequeño incidente”. -¿Se olfateaba al llegar al estadio que algo podía ocurrir? -No. Es más, yo fui en tren. Llegué antes que el micro con los jugadores y la gente de San Miguel me recibió de la mejor manera. En un momento habíamos pensado con el “profe” retrasar el comienzo del partido porque el micro no llegaba, pero después decidimos no decirle nada al árbitro y empezar a las 17. -¿Pensás que esto estuvo preparado por los dirigentes de San Miguel? -En ningún momento pensé eso. Ellos nos recibieron bien, al igual que los jugadores, que siempre se solidarizaron con nosotros. Sí creo que hubo algo raro entre la barra brava y la policía. Jamás había visto un trabajo tan malo de la policía. -En ese momento por la cabeza se te habrá cruzado lo peor... -Sí.Yo miraba y no le terminaban de pegar nunca a la gente de Excursionistas. En esos momentos un minuto es un montón de tiempo. Y acá no fue sólo un minuto el que les pegaron, sino que tuvieron que sufrir que les peguen palazos y puntazos por todos lados. Cuando la policía se decidió a intervenir, dispararon tres tiros de goma que encima terminaron impactando contra los jugadores de Excursionistas. -Ahora, con el campeonato ya finalizado, tendrás que tomarte el trabajo de hablar con los jugadores para que, de a poco, se vayan sacando de su cabeza el miedo... -La verdad que sí. Hoy (ayer) me comuniqué con algunos y también con los familiares. En algunos casos, la familia me comentó que, cuando llegaron a sus casas, los chicos se pusieron a llorar.Todos pensábamos que nos podían matar.Mirándolo de afuera daba la sensación de que los delincuentes no iban a parar de pegarles hasta ver a alguien de Excursionistas muerto. La imagen que me quedó en la cabeza es cuando estaban todos arrinconados en la tribuna tapándose la cara y recibiendo golpes por todo el cuerpo.Y, entre los escalones de la tribuna, había otros que les metían puntazos en las piernas. -¿Los dirigentes locales mostraron preocupación por ustedes después de tanto vandalismo? -En un momento a mí se me acercó un dirigente y me dijo que sentía vergüenza ajena. Por eso, como dije anteriormente, nunca pensé que esto estuviese preparado por los dirigentes de San Miguel. Los jugadores locales nos dejaron que estemos en el vestuario con ellos.Y además de la golpiza, nos robaron todas nuestras pertenencias. Los chicos se fueron con la ropa que tenían puesta, ya que reventaron el candado del vestuario y se llevaron todos los bolsos.A mí me sacaron una carpeta con varios documentos, pero me llamó una persona de San Miguel para decirme que aparentemente había aparecido. “PENSE QUE MORIAMOS” La voz de Diego Blanco, el lateral izquierdo de Excursionistas que recibió un puntazo en una pierna, demuestra que aún el miedo por todo lo ocurrido sigue latente. Ante el llamado de “Crónica”, el jugador comentó: “Me atendieron en el Hospital Pirovano y me dieron 48 horas de reposo. Mañana (hoy) tengo que ir a hacerme atender otra vez. El médico que me atendió me dijo que tengo que caminar, porque de no hacerlo me puede traer consecuencias peores. Siento un pinchazo muy fuerte, que prácticamente no me deja mover. La verdad, estoy muy preocupado. En todo momento pensé que nos moríamos. Le pedíamos por favor que no nos pegaran más, pero nos daban peor. Lo que vivimos fue una batalla. Sólo nos quedaba taparnos la cara para que no nos desfiguren. Es una situación muy fea, yo ya me estaba recuperando de la rotura de ligamento y ahora esto. En enero ya me preparaba para comenzar la pretemporada, pero ahora no voy a poder. Tengo que estar tranquilo y agradecer que todos mis compañeros y yo estamos vivos”, concluyó Blanco. “PIDO QUE ESTO NO QUEDE ASI” Operado de una rotura de los ligamento cruzado de su rodilla izquierda y de un estiramiento del ligamento de su tobillo derecho, el delantero Gerardo Castro se acercó al estadio de San Miguel (cerca de su domicilio) para ver a sus compañeros en el último partido del año. Pero ni su poca movilidad lo salvó de la golpiza de los delincuentes caracterizados con el “Trueno Verde”, que le terminaron pegando con sus propias muletas. Una locura... “Estuve unas horas internado, pero luego me dieron el alta. Estoy cosido por todos lados, tengo la cara toda hinchada. Para ser más claro, tengo diez puntos en la frente, se me cayó un diente y todavía no sé si tengo roto el tabique. Eso recién lo voy a saber cuando se me desinflame la nariz, aunque la médica que me atendió me dijo que el tabique no estaba roto. Lo único que pido es que esto no quede así. Alguna medida se tiene que tomar, porque de lo contrario esto comenzará a ser algo corriente. Y agradezco a ‘Crónica’ la preocupación que mostró por todos nosotros desde el primer momento”. diario crónica