DT de Central Ballester, Juan Saítta
“Empezamos una semana distinta y motivados porque vino esta gente nueva y nos dio todo su apoyo. Lo más importante es que a pesar de haber perdido tres partidos seguidos no nos dieron el ultimátum como diciendo ‘pierden un partido más y se van’. Sino, por el contrario, nos dijeron que a partir del lunes empezábamos a trabajar. La verdad es que la gente se portó de diez. Trabajamos tranquilo y el triunfo era necesario. Si nos íbamos con el empate, también estaba bien, pero el triunfo hoy era fundamental y gracias a Dios se dio”.
-La mayoría de los jugadores se acercaron a vos a saludarte luego de convertir los goles.
.El apoyo de los jugadores fue estupendo. En un momento dado me pidieron que no me vaya, y eso que yo no había renunciado. A pesar de todos los líos que hubo, me pidieron que no me vaya, que ellos me bancaban a muerte. Por esto, en los festejos de los goles me vinieron a abrazar y me hicieron emocionar mucho. Fue muy lindo el apoyo no sólo de los chicos que jugaron, como el Tano, Felman o Peñaloza porque están siempre, sino que me asombró el apoyo de un chico que se sumó tarde y me dijo que estaba conmigo a morir y que se iba a matar por mí. Ese jugador es el Kily (Gómez Cuevas).
LEO MAZZA
“Empezamos una semana distinta y motivados porque vino esta gente nueva y nos dio todo su apoyo. Lo más importante es que a pesar de haber perdido tres partidos seguidos no nos dieron el ultimátum como diciendo ‘pierden un partido más y se van’. Sino, por el contrario, nos dijeron que a partir del lunes empezábamos a trabajar. La verdad es que la gente se portó de diez. Trabajamos tranquilo y el triunfo era necesario. Si nos íbamos con el empate, también estaba bien, pero el triunfo hoy era fundamental y gracias a Dios se dio”.
-La mayoría de los jugadores se acercaron a vos a saludarte luego de convertir los goles.
.El apoyo de los jugadores fue estupendo. En un momento dado me pidieron que no me vaya, y eso que yo no había renunciado. A pesar de todos los líos que hubo, me pidieron que no me vaya, que ellos me bancaban a muerte. Por esto, en los festejos de los goles me vinieron a abrazar y me hicieron emocionar mucho. Fue muy lindo el apoyo no sólo de los chicos que jugaron, como el Tano, Felman o Peñaloza porque están siempre, sino que me asombró el apoyo de un chico que se sumó tarde y me dijo que estaba conmigo a morir y que se iba a matar por mí. Ese jugador es el Kily (Gómez Cuevas).
LEO MAZZA
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