Le falta fútbol y le sobra bronca. El Albirrojo cayó 3-1 en Alta Córdoba frente a Sarmiento de Junín, que hasta lo pudo haber goleado. Con un punto en tres fechas, la gente se descargó contra los dirigentes. Y Darío Franco, con un plateísta.
Instituto hizo un gol. Fue a los 17 minutos del segundo tiempo. Esa acción del partido quizá haya sido de las pocas que hubo para rescatar en la fría tarde-noche de Alta Córdoba. Es que el incuestionable 1-3, frente a un Sarmiento ordenado, práctico y convencido de su juego, dejó poco para rescatar, más allá del mencionado primer tanto de la Gloria en el torneo.
Los atributos del Verde de Junín, que con su triunfo quedó como uno de los líderes de la B Nacional, fueron los que le faltaron a la Gloria, que suma apenas un punto en tres fechas, producto del 0-0 del debut.
El equipo está verde. Después de la buena actuación contra Almirante Brown, a pesar del 0-2, la producción ante los bonaerenses mostró involución. A los jugadores les falta aceitar movimientos y entender que se juega en equipo, ya que abusaron de arrestos individuales.
El ex Racing, Talleres y Belgrano Héctor Cuevas dio el primer golpe. Y en el complemento, con el 1-2, la “popu” visitante cantaba “oles” por el toqueteo–baile al que sometían los dirigidos por Sergio Lippi a los de Darío Franco.
Vismara era el segundo expulsado (Bellone se había ido temprano, en el primer tiempo) y el DT albirrojo se iba por protestar un inexistente penal (mano casual). Al “Gringo” de Cruz Alta le saltaría la térmica y se cruzaría feo con un plateísta.
Sobre el final, Julio Chiarini agigantó su figura en el club, ya no sólo con sus clásicas atajadas, sino con acciones que impregnaban fuerza al resto, como el correr para hacer un lateral o estirarse a evitar un córner, pese a que podía suponer un riesgo mayor para su arco.
“Olé, olé, olé; Julio, Julio”, fue el único tributo individual para un jugador albirrojo. Los hinchas están dolidos y difícilmente regalen elogios. Si ni siquiera dudaron en disparar un repertorio de insultos hacia la comisión directiva. Sonaron el clásico “la Gloria va a salir campeón, el día que se vayan todos los HDP de la comisión” y el contemporáneo hit “dirigentes, a ver si nos entienden; ustedes están de paso, nosotros estamos siempre”.
La noche nefasta para el ánimo de los golpeados simpatizantes, cuando aún había un hilo de esperanza de 2-2, terminó con “el puñal” de Lucas Concistre.
Sí, el mismo pelado al que se cansaron de insultar cuando defendía la albirroja (en la primera que había tenido hizo honor a sus antecedentes con un cabezazo en el palo) puso el 3-1 final y disparó la bronca.
Está claro, el Instituto de Franco modelo 2012/2013 está verde, tan verde como el campo de juego y como la camiseta de Sarmiento.
Como dijo alguien cercano al cuerpo técnico en la platea: “El año pasado pateaba Dybala desde la casa y la metía; y hoy Aguirre las tiene debajo del arco y las erra”. Quizá haya que detenerse en ese contrapunto, el de los pibes que entran y ponen todo (como anoche Bernardi y Gotti) y algunos grandes –no todos, zafan Sánchez, Vismara, Barreiro– que no reflejan en la cancha el esfuerzo económico que hizo el club para traerlos.
No justificaron para nada sus presencias en la cancha, ni tampoco nivel para jugar en un equipo que pretende ascender. Quizá sea porque el equipo está verde, pero van tres fechas y ya es hora de arrancar.
la voz
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