
Foto: Mario Benigni (RUMORES DEL ASCENSO).
La inestabilidad de los técnicos es común a todas las divisiones. Ni siquiera la Primera D está al margen. Finalizada la primera ronda del certamen, más de las mitad de los clubes cambiaron de entrenador.
La serie la inició, con apenas tres fechas disputadas, Rodolfo De Paoli en Dock Sud, aunque se debió a la incompatibilidad horaria ya que el DT también es relator y el cambio de canal en la transmisión del fútbol de Primera lo absorbió. Lo reemplazó Damián Infante quien duró diez fechas y luego asumió Darío Cassinerio. Justamente Cassinerio había arrancado el torneo como técnico de Deportivo Riestra, pero dejó su puesto en la novena fecha, y lo reemplazó Jorge Troncoso. En la cuarta fecha hubo dos deserciones: Sergio Alcoba de Cañuelas (lo sucedió Mariano Fernández) y Claudio Scoglio de Deportivo Paraguayo (asumió Luis Gonzalez). En la novena jornada se dio cambio de dupla técnica en Ituzaingó: salieron Julián Vázquez-Ignacio Iñiguez e ingresaron Guillermo Roldán-Roberto Zygal; y también hubo salida para Marcelo Ruffini en Argentino de Quilmes (su sucesor fue Osvaldo Diez). Claypole desalojó a Roberto Agüero, en la fecha 11, y lo sustituyó Sergio Miceli, que acababa de salir de Lugano donde llegó Mariano Seronero. Las últimas dos fechas marcaron las idas de Daniel Messina en San Martín y Norberto Romano en Central Ballester (ayer asumió Fernando De Souza).
Los afortunados que mantienen el puesto son: Guillermo Szeszurak (Atlas), Eduardo Cáceres (Centro Español), Cristian Aldirico (UAI Urquiza), Adrián Alvarez (Juventud Unida), Osvaldo Rugero (Liniers), Fernando Ramos (Muñiz), Néstor Caggiano (Yupanqui) y Hernán San Martin (Victoriano Arenas).
CLARIN
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