Instituto debutó con un triunfo en el torneo: fue 1 a 0 a San Martín (T) con gol de Romero. Unos 15 mil hinchas se fueron eufóricos de Alta Córdoba. Fue clave la actuación de Carranza.
Guillermo Puente
De nuestra Redacción
gpuente@lavozdelinterior.com.ar
El primer paso siempre es fundamental. Hay que darlo con seguridad, confianza y firmeza. Algo de eso tuvo Instituto anoche en Alta Córdoba, en su debut en la temporada 2009/2010 de la Primera B Nacional. Al frente tenía un rival difícil, como siempre es San Martín de Tucumán, que seguramente será protagonista durante el campeonato. Y el público de la Gloria acompañó en esta nueva ilusión que arrancó bien, con un triunfo ajustado por 1 a 0. La victoria se justificó en el gol de Silvio Romero, la fuerza de Iván Furios, las ganas del debutante Jonathan Gallardo, la solvencia de Facundo Erpen y, sobre todo, en las atajadas de Jorge Carranza. La ovación que recibió el capitán de la Gloria fue merecida, porque si no fuera por él, los tres puntos no hubieran quedado en casa. Hubo aplausos para recibir al equipo que anoche salió vestido de amarillo y negro, porque al frente estaba otro albirrojo, pero tucumano. El rojo y blanco cordobés se agitó en las tribunas, donde había también simpatizantes del "Ciruja". Los cordobeses alentaron una vez más al club de sus amores y se fueron con una sonrisa enorme, porque siempre es bueno empezar ganando. En la primera etapa, se premió con las palmas al toque que se intentaba hacer, por momentos, o cuando se ponía enérgicamente en cada pelota dividida. También ayudó un poco al entusiasmo del público que la Gloria haya mostrado otra imagen, muy distinta a los partidos de pretemporada. Sobre todo en ese período. La expulsión de Pablo De Muner en la visita abrió aún más la esperanza de que podría ser una buena noche. Pero sin sufrir, Instituto parece que no puede vivir. En la segunda parte, San Martín empezó mejor y generó tres claras situaciones de gol, donde el arquero de la Gloria fue clave para mantener la igualdad parcial. Encima, a los 16 minutos se fue expulsado, una vez más, Ezequiel Lázaro. El panorama se presentaba muy complicado, ya jugando a esa altura 10 contra 10. Hasta que a los 26 llegó el desahogo. De un tiro de esquina ejecutado por Lucas Godoy, cabeceó Furios en el centro del área y le quedó a Romero, que de cabeza conectó y al arquero Julio López se le escurrió la pelota, para fortuna gloriosa. Un gol que se gritó como nunca. Después fue tiempo de aguantar. Y otra vez fue determinante la figura de Carranza, que ahogó los intentos de los tucumanos. Cuando Alejandro Sabino determinó que era el final del partido, empezaron las ovaciones. El "Loco… , Loco… ", bajaba con más ganas que nunca desde las tribunas. También el reconocimiento llegó para Furios y hasta para el juvenil Gallardo. Era la primera fecha y lo más importante era ganar. Se ganó. Pero no hay que olvidarse de que Carranza fue la figura. Lo que significa que le llegaron mucho a Instituto. En eso tendrá que hacer hincapié Marcelo Bonetto durante la semana para que de acá en adelante el arquero glorioso no tenga tanto trabajo.
Ganó Instituto. Arrancó con el pie derecho. Tiempo para mejorar todavía hay mucho.
LA VOZ
Guillermo Puente
De nuestra Redacción
gpuente@lavozdelinterior.com.ar
El primer paso siempre es fundamental. Hay que darlo con seguridad, confianza y firmeza. Algo de eso tuvo Instituto anoche en Alta Córdoba, en su debut en la temporada 2009/2010 de la Primera B Nacional. Al frente tenía un rival difícil, como siempre es San Martín de Tucumán, que seguramente será protagonista durante el campeonato. Y el público de la Gloria acompañó en esta nueva ilusión que arrancó bien, con un triunfo ajustado por 1 a 0. La victoria se justificó en el gol de Silvio Romero, la fuerza de Iván Furios, las ganas del debutante Jonathan Gallardo, la solvencia de Facundo Erpen y, sobre todo, en las atajadas de Jorge Carranza. La ovación que recibió el capitán de la Gloria fue merecida, porque si no fuera por él, los tres puntos no hubieran quedado en casa. Hubo aplausos para recibir al equipo que anoche salió vestido de amarillo y negro, porque al frente estaba otro albirrojo, pero tucumano. El rojo y blanco cordobés se agitó en las tribunas, donde había también simpatizantes del "Ciruja". Los cordobeses alentaron una vez más al club de sus amores y se fueron con una sonrisa enorme, porque siempre es bueno empezar ganando. En la primera etapa, se premió con las palmas al toque que se intentaba hacer, por momentos, o cuando se ponía enérgicamente en cada pelota dividida. También ayudó un poco al entusiasmo del público que la Gloria haya mostrado otra imagen, muy distinta a los partidos de pretemporada. Sobre todo en ese período. La expulsión de Pablo De Muner en la visita abrió aún más la esperanza de que podría ser una buena noche. Pero sin sufrir, Instituto parece que no puede vivir. En la segunda parte, San Martín empezó mejor y generó tres claras situaciones de gol, donde el arquero de la Gloria fue clave para mantener la igualdad parcial. Encima, a los 16 minutos se fue expulsado, una vez más, Ezequiel Lázaro. El panorama se presentaba muy complicado, ya jugando a esa altura 10 contra 10. Hasta que a los 26 llegó el desahogo. De un tiro de esquina ejecutado por Lucas Godoy, cabeceó Furios en el centro del área y le quedó a Romero, que de cabeza conectó y al arquero Julio López se le escurrió la pelota, para fortuna gloriosa. Un gol que se gritó como nunca. Después fue tiempo de aguantar. Y otra vez fue determinante la figura de Carranza, que ahogó los intentos de los tucumanos. Cuando Alejandro Sabino determinó que era el final del partido, empezaron las ovaciones. El "Loco… , Loco… ", bajaba con más ganas que nunca desde las tribunas. También el reconocimiento llegó para Furios y hasta para el juvenil Gallardo. Era la primera fecha y lo más importante era ganar. Se ganó. Pero no hay que olvidarse de que Carranza fue la figura. Lo que significa que le llegaron mucho a Instituto. En eso tendrá que hacer hincapié Marcelo Bonetto durante la semana para que de acá en adelante el arquero glorioso no tenga tanto trabajo.
Ganó Instituto. Arrancó con el pie derecho. Tiempo para mejorar todavía hay mucho.
LA VOZ
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