Acassuso 2-San Telmo 1
LA SINTESIS:
Estadio: Platense (Local Acassuso)
Horario: 15:30 horas
Fecha: 27 de Agosto de 2011
Publico: 250 personas aproximadamente.
Acassuso: Gustavo Ruhl; Daniel Fuente, Rodrigo Alonso, Gonzalo Juárez, Rodrigo Chao; Fernando Cigno, Lucas Mazzulli, Gustavo Sever, Marcelo Belleri; Damian Gómez y Sebastián Cobelli. DT: Marcelo Espina.
Suplentes: Miguel Peruscina, Rafael Nicola, Emiliano Pedreira, Federico Pagella.
Cambios: 41m Ignacio Acosta Cabrera x Sebastian Cobelli, 59m Maximiliano Plante x Gustavo Sever, 83m Braian Romero x Damian Gómez.
San Telmo: Leandro Evangelisti; Maximiliano Seevald, Matías Velazquez, Jorge Roa Giménez, Nicolás Demalde; Mariano Vigna, Facundo Coyra, Gerardo Arriola, Nicolás Di Biase; Ricardo Segundo y Luciano Cipriani. DT: Gerardo Reinoso.
Suplentes: Gastón Amarilla, Jonathan Caprarulo, Leandro Pekarnik, David Escalante.
Cambios: ET Armando Lezcano x Mariano Vigna, 67m Lucas Pagano x Gerardo Arriola, 71m Cristhoper Torres x Luciano Cipriani.
Arbitro: Gonzalo López Aldazabal.
Líneas: Andrés Prendel y Horacio Blanco.
Goles: 01m Gustavo Sever (A), 18m Damian Gómez (A), 55m Ricardo Segundo (ST)
Amonestados: Daniel Fuente, Lucas Mazzulli, Ignacio Acosta Cabrera (A); Leandro Evangelisti, Ricardo Segundo (ST).
La Figura: Gonzalo Juárez (A).
Comentario:
Primera presentación de Acassuso en condición de local, con una tarde gris y con un rival que venia presionado por los malos resultados y con un técnico que estaba más afuera que adentro.
Esto conspiró con las aspiraciones del visitante, en su búsqueda de algún punto que le de oxigeno aunque sea por una semana, porque al primer minuto de juego Cigno gana la franja de ataque de la zona derecha y envía un centro para Sever, que se filtra entre los marcadores centrales y convierte el uno a cero. Nadie podía hablar de justicia, pero las desatenciones defensivas del “candombero” eran una invitación concurrir masivamente al área defendida por Evangelisti. Dominaba Acassuso en esta primera parte porque además de ponerse en ventaja, los volantes trabajaban solidariamente para recuperar y distribuir el balón en forma ordenada. A los dieciocho minutos, una gran jugada de Cobelli que pica la pelota ante Evangelisti y con el arco desguarecido, Gómez convierte el segundo gol. Se podía hablar de justicia porque en lo poco que se veía de juego, el local era el que tenía iniciativa por llegar a lastimar el arco de su rival. El único que salió del ostracismo en San Telmo fue Roa Giménez que exigió en dos oportunidades a Ruhl, pero el guardametas estuvo magnifico. Cobelli también tuvo el tercero, pero le falto potencia en el disparo final. Precisamente el delantero tuvo que dejar la cancha por un traumatismo en la pierna derecha, su lugar lo ocupo Acosta Cabrera. Así concluyó la primera parte, fue superior Acassuso, defendió bien y buscó opciones de anotar, diametralmente opuesto a lo que hizo San Telmo, casi nada. El segundo tiempo Reinoso introdujo un cambio que le daría aire, entró Lezcano por un inexpresivo Arriola y esto le dio libertad a Di Biase que comenzó a manejar la batuta del equipo. Cipriani tuvo un mano a mano para descontar, pero Ruhl tuvo muchos reflejos y salvo al “quemero”. Pero en la jugada siguiente Roa Giménez desbordó por derecha y Segundo abajo del arco estableció el dos a uno. Rapidamente Espina, mando al campo a Plante para darle mayor dinámica a su equipo que se dejaba llevar por el empuje del rival. San Telmo intentó buscar el empate, pero equivocaba los caminos, surgiendo la figura de Juárez que sacó todo con la cabeza y los pies. Luego llegaría el show de López Aldazabal que no cobró un claro penal a Plante y dejó que el partido se calentara, pero los mismos protagonistas bajaron los decibeles. Roa y Belliere tuvieron ocasiones para llegar a la paridad, pero el destino no estuvo con ellos. Así concluyó el encuentro, merecidamente ganado por Acassuso, demostrando nuevamente que será difícil ganarle y tiene las armas para llegar al reducido, mientras que en San Telmo ya no está su técnico y todo es incertidumbre y neblina en su horizonte.
Mariano de Luzuriaga.
EDITÓ: MARIO BENIGNI
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