ESTUDIANTES 4 TEMPERLEY 2

Estudiantes lo perdía dos veces, pero lo dio vuelta cerca del final: 4-2 al Cele y ¡punta en soledad!
Consciente de que un triunfo lo llevaría a la cima en soledad, pintaba Verde el día para Estudiantes. Pero la inmadurez que mostró en el primer tiempo para sacarse de encima a Temperley, se revirtió con una corajeada total en la segunda parte para arrebatarle la punta a Sarmiento y para soñar a lo grande con un 4-2 a lo campeón.
El arco iris que fue la noche para el Pincha vislumbró un rojo furioso de entrada. “No quiero sospechar de los árbitros, pero espero que hoy sea normal y que no haya nada raro”, decía Salvador Pasini en la previa al partido. Con ese antecedente, era de esperar que el Tano se exacerbara cuando el referí José Carreras hizo patear de nuevo un penal en contra que había atajado Ríos, en un cobro por adelantamiento. Rojo de bronca se puso el DT. Pero más allá de los reclamos, Marclay metió el 1-0 y la cuestión se teñía de Celeste. Porque si bien Soria apareció por sorpresa e igualó, Pato González dejaba a la visita arriba para ir al descanso. Sin embargo, el local cambió la imagen con la casaca rosa (¡qué coqueta!) que salió a jugar el ST. Se arremangó, lo fue a buscar y lo ganó por un morocho Lobo Montenegro bien audaz que convirtió por dos, y un Ferreira que fue titán para meter el 3-2 parcial. La noche terminó con fiesta y con un sólo grito: ¡Matadores!
olé

Estudiantes lo perdía dos veces, pero lo dio vuelta cerca del final: 4-2 al Cele y ¡punta en soledad!
Consciente de que un triunfo lo llevaría a la cima en soledad, pintaba Verde el día para Estudiantes. Pero la inmadurez que mostró en el primer tiempo para sacarse de encima a Temperley, se revirtió con una corajeada total en la segunda parte para arrebatarle la punta a Sarmiento y para soñar a lo grande con un 4-2 a lo campeón.
El arco iris que fue la noche para el Pincha vislumbró un rojo furioso de entrada. “No quiero sospechar de los árbitros, pero espero que hoy sea normal y que no haya nada raro”, decía Salvador Pasini en la previa al partido. Con ese antecedente, era de esperar que el Tano se exacerbara cuando el referí José Carreras hizo patear de nuevo un penal en contra que había atajado Ríos, en un cobro por adelantamiento. Rojo de bronca se puso el DT. Pero más allá de los reclamos, Marclay metió el 1-0 y la cuestión se teñía de Celeste. Porque si bien Soria apareció por sorpresa e igualó, Pato González dejaba a la visita arriba para ir al descanso. Sin embargo, el local cambió la imagen con la casaca rosa (¡qué coqueta!) que salió a jugar el ST. Se arremangó, lo fue a buscar y lo ganó por un morocho Lobo Montenegro bien audaz que convirtió por dos, y un Ferreira que fue titán para meter el 3-2 parcial. La noche terminó con fiesta y con un sólo grito: ¡Matadores!
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