Tras la salida de Apuzzo, el Chulo asumió en el Globo, que está comprometido con los promedios; hoy dirigió su primera práctica
No la tiene nada fácil, y lo sabe. Es que el presente de Huracán deja mucho que desear: con 33 puntos, deambula por los últimos puestos de la tabla del Nacional B, y tiene la necesidad de sumar para no complicarse aún más con el promedio. Y en semejante panorama, Héctor Rivoira se hizo cargo del timón para tratar de enderezar este barco, que no quiere quedar a la deriva.
Esta mañana, en el predio del club La Quemita, el Chulo inició su segundo mandato al frente del plantel de Huracán, que se encuentra solo cuatro puntos por arriba de Guillermo Brown de Madryn, Atlanta y Desamparados de San Juan, que comparten por ahora las plazas de promoción y de descenso directo.
Rivoira ya había sido técnico del Globo en la temporada 2009/10, cuando sucedió a Ángel Cappa. en esta oportunidad, reemplazará a Néstor Apuzzo, quien volvió a su función de coordinador de divisiones inferiores tras la goleada 5-1 ante Aldosivi en Mar del Plata.
Como entrenador, el Chulo pasó por Chicago, Chacarita, Quilmes, Liga de Quito, Instituto, Ferro, Atlético Tucumán, Rosario Central, Olimpo y Huracán.
DYN
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