Alejandro Friedrich
Se viene una semana especial, no serán días tranquilos los que vivirá el plantel de Los Andes ya que a la vuelta de la esquina está el clásico con Temperley. Y después de “disfrutar un poco” la victoria con Platense –la que cortó una racha negativa de 23 partidos- el volante central, y capitán contra el Tense, Alejandro Friedrich comenzó a palpitar el derby con el Gasolero.
El ex Defensores de Belgrano es uno de los jugadores que formó parte del once titular que perdió 3-0 (Sebastián Cobelli por dos y Nahuel Martínez), en el último encuentro contra los dirigidos por Ricardo Dabrowski, en Lomas de Zamora, el 22 de agosto del 2010, y todavía mastica la bronca por ese resultado.
“Es importante llegar bien al clásico, con una victoria como la que se consiguió ante Platense. El equipo se está consolidando, estamos por el buen camino. El grupo está muy fuerte, estamos mejorando y ahora tenemos una semana para trabajar y pensar en el clásico. Muchos jugadores tenemos una espina muy grande clavada, esperemos sacarla el sábado”, indicó Friedrich en diálogo con Info Región.
Así, como Alejandro es uno de los tantos futbolistas que sufrieron la goleada del Celeste, también es uno de los pocos que disfrutó de la victoria agónica disputada en el Alfredo Beranger (el 12 de marzo del 2010) con el gol de Luis Rodríguez a los 91 minutos. Y en la previa de este clásico, el N° 5 se imagina una victoria lomense. “Dios quiera que llenen la cancha, que esté al tope así no hay excusas. Esperemos que se repita lo de la última vez ahí y que la cancha esté llena”, tiró Friedrich.
También, teniendo en cuenta todo lo que hay en juego y lo que significa para los hinchas un partido de esta magnitud, avisó que el duelo del sábado –desde las 17:00- “será una guerra”. “Esperemos estar a la altura de las circunstancias”, añadió.
Después de tener el domingo libre, el plantel volvió ayer por la mañana a los entrenamientos, en el predio de Santa Catalina. Por un lado trabajaron los jugadores que fueron parte del encuentro ante el Calamar, que realizaron trabajos regenerativos, mientras que el resto del plantel hizo un poco de fútbol para no perder ritmo de juego.
En cuanto a los lesionados, Marcos Ramírez –que salió con un fuerte golpe en su tobillo derecho- trabajó liviano, pero llegaría sin inconvenientes al partido del sábado. El único que trabaja de manera diferenciada es el defensor central Patricio Grgona. El Pato se recupera de una contractura, y todavía no se sabe si estará listo para el clásico.
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