EL TANQUE DANIEL GIMENEZ.
Los Andes sigue a paso firme en la Primera B Metropolitana. Ayer, sin transpirar demasiado, le ganó a Villa San Carlos en cancha de Gimnasia por 3 a 1 -alcanzó la quinta victoria consecutiva- y con estos tres puntos trepó a lo más alto de la tabla, junto a Almirante Brown (los dos tiene 28 unidades). El equipo de Germán Corengia no jugó un gran partido, pero tuvo contundencia y con eso le sobró.
Era un partido con realidades muy diferentes, pero con un mismo objetivo. Los Andes viene picando en punta, y necesitaba los tres puntos para alcanzar a Almirante en la cima del torneo; mientras la mirada de Villa San Carlos está abajo, porque su promedio es muy flaco y quería conseguir el primer triunfo del campeonato para empezar a alimentar sus sueños.
Desde el pitazo inicial de Ariel Suárez, el conjunto Milrayitas salió a copar la parada y rápidamente se hizo cargo del partido. Jaime Molfeso armaba el juego, y a partir de ahí, el equipo de Germán Corengia crecía, aunque para ese momento todo San Carlos estaba metido en su campo, y se cerraba con prolijidad.
Los Andes intentaba romper el fortín del Celeste, pero como los espacios eran pocos, la mejor alternativa pasaba por centros para el tanque Giménez y Avalos. Y así, el conjunto de Lomas se puso en ventaja en el marcador: A los 21, Vega se proyectó por derecha, cuando llegó al fondo, sacó el centro, Avalos saltó sin marca y con un cabezazo de pique al suelo marcó el primero.
Después de encontrar la diferencia, Los Andes se fue quedando y el local empezó a jugar su partido. San Carlos trataba de llegar por los costados, pero cuando cruzaba los tres cuartos, se desinflaba y el pobre Miranda solo la veía pasar. Así el partido se fue tornando aburrido, y ya nada pudo cambiarlo. Solo hubo una media vuelta de Avalos, que se fue cerca del palo.
En el complemento, el Celeste se adelantó varios metros en el campo y pasó del 4-4-2 al 4-3-3. El ingreso de Madrid le vino bien a San Carlos, que con los minutos fue creciendo, pero como solo apostaba a los centros, no pasaba nada. En la única que fue por el piso, Pablo Miranda, que había dejado dos hombres en el camino, definió al cuerpo del arquero Luciano Díaz.
San Carlos no aprovechó su momento, y a los 22, Los Andes pegó de nuevo con Jaime Molfeso. Después, a los 34, Molfeso volvió a meterse entre los defensores del Celeste, y lo liquidó. La historia parecía que iba a terminar zapatera, pero sobre el final apareció Saratti y metió el del orgullo. El Milrayitas metió su quinta alegría consecutiva y ahora los mira a todos desde la cima (hasta que juegue Almirante, comparten la punta).
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