Derrotó a su homónimo
de Tucumán y extendió
su ventaja en la punta
SAN JUAN.- Adelantó, ganó el duelo entre “San Martines” y extendió a ocho puntos su ventaja en lo más alto de la tabla de posicioneS de la B Nacional donde cada día manda con mayor comodidad. Con orden, practicidad y oficio, logró su sexta victoria al hilo y cargó de presión a los escoltas que, si quieren seguir saliendo en la foto están obligados a ganar sus respectivos partidos para no perderle pisada.
Era un partido cargado de expectativa, no sólo por la encumbrada ubicación de los sanjuaninos en la tabla, sino por la trascendencia que aportaba al espectáculo el choque entre dos equipos que hasta hace poco se codearon con los más grandes en el escenario mayor de nuestro fútbol.
Claro que la mayor responsabilidad era para el dueño de casa, obligado a mantener su marcha triunfal para afirmarse como el que marca el camino en la tabla; mientras que los tucumanos, en el cúmulo de sus motivaciones, encontraba el regreso de Carlos Roldán como entrenador, con todo lo que eso significa para el costado emotivo.
Y el partido salió tal como se lo esperaba, quizás no con demasiado vuelo técnico, pero sí con emociones, templanza de los lados y un ida y vuelta sostenido que mantuvo la incógnita del marcador hasta los minutos finales del juego.
Después de una serie de intercambios de golpes en las áreas, el sanjuanino pareció mejor parado y se sintió más cómodo llegando con mucha gente al área rival. Tanto así, que no tardó en ponerse en ventaja gracias a un impecable cabezazo al ángulo de su goleador Penco (tras un corner desde la izquierda), quien en la jugada anterior había ensayado su festejo.
Parecía que las cosas se facilitarían para el puntero pero, en el marco de ese ir y venir que proponía el partido, San Martín de Tucumán logró la igualdad en la jugada siguiente, un minuto más tarde. Fue cuando apareció en escena el otro goleador, Héctor Alvarez, con una definición implacable que entró muy cerca del travesaño.
Así se fueron al descanso, no sin antes dejar en claro las pretensiones de ambos, porque los de Roldán nunca renunciaron a su oficio ofensivo seducidos por la posibilidad de especular con la igualdad. Pero, sin embargo, la más clara en esa primera parte fue para el local, con un remate fuerte de Damiani que se fue muy cerca. Incluso, Loustau hijo eligió no sancionar una falta contra Penco cuando, dentro del área, ya había logrado girar para quedar de frente al arco.
Pero ni bien arrancó el segundo tiempo San Martín de San Juan volvió a madrugar en la red: corner de la derecha y aparición de Torresi para peinar la pelota y, de emboquillada, clavarla en el segundo palo. Y esta vez, los tucumanos no tuvieron reacción ni inmediata ni mediata. Roldán mandó cambios pero no logró renovar los bríos; el fondo local se paró mejor y aguantó con firmeza la decisión con que el rival buscó la paridad que no encontró.
CARLOS ROLDAN VOLVIO A DIRIGIR AL SANTO TUCUMANO, Y NADA MENOS QUE ANTE EL LIDER.
EL ARBITRO
No cometió errores que gravitaran en el desarrollo del juego ni en el resultado final, pero no marcó una falta dentro del área contra Penco, en un claro penal para el local cuando el juego estaba 1 a 1, la única mancha en la tarea de Patricio Loustau (5 puntos). Más allá de ello estuvo atento a las acciones a las que les dio dinámica y, en el terreno disciplinaria, no permitió excesos con oportunas tarjetas amarillas. Sus asistentes, sin mayores exigencias, también respondieron con determinaciones acertadas.
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