Cuando las cosas iban mal, es decir cuando el equipo perdía 2 a 0 con Central Córdoba y quedaba a cinco puntos de Sarmiento, que ganaba -y terminó ganando- por 1 a 0 a Nueva Chicago, ahí, en ese momento antes del descuento, Blas Giunta dedicó algunos segundos una pelea con un plateísta que reclamaba mayor actitud de parte del equipo.
“Vos mejor cerrá el orto”, increpó Giunta antes de darse vuelta nuevamente y seguir las alternativas del partido que terminó ganando. “Ya está son cosas del partido, la gente está muy entusiasmada como nosotros y nadie esperaba que un rival como este (por el descendido Central Córdoba) nos metiera dos goles”, analizó Giunta.
“Ganando nosotros no nos importa los otros resultados, porque si perdíamos se nos complicaba bastante”, indicó analizando la ventaja que le hubiese sacado Sarmiento si La Fragata perdía: con seis puntos en juego, a Blas se le escapaba el equipo de Junín por cinco puntos.
“Tenemos que ganar los dos que nos quedan, hoy el equipo demostró los huevos que tiene y para que está en esta instancia”, arengó el entrenador de Almirante.
Por su parte, Daniel Bazán Vera remarcó la importancia del triunfo. “Si perdíamos, se nos complicaba mucho. La gente lo sabía y por eso la impaciencia se notaba y cada uno de los goles que sirvieron para darlo vuelta fueron un desahogo para todos tremendo”, indicó el Indio.
“Fue un partido extraño, ellos jugaban como si les sirviese de algo ganarnos... por ahí les servía, no sé”, dijo dejando lugar a la duda eterna de cada final del campeonato, sea cual fuere la categoría, sobre los incentivos por parte de terceros para jugar con más ganas, aunque ya no sirva de nada.
El descargo no tardó en llegar en el vestuario visitante. “Nos jugamos la vida por amor propio, queremos dejar una mejor imagen aunque no sirva en la tabla y que nosotros le ganáramos a un candidato al ascenso, no motivó”, admitió Litmanovich, quien se quejó -y devolvió la pelota con más dudas- del arbitraje: “estaba muy apurado por echar jugadores nuestros”.
diario popular
“Vos mejor cerrá el orto”, increpó Giunta antes de darse vuelta nuevamente y seguir las alternativas del partido que terminó ganando. “Ya está son cosas del partido, la gente está muy entusiasmada como nosotros y nadie esperaba que un rival como este (por el descendido Central Córdoba) nos metiera dos goles”, analizó Giunta.
“Ganando nosotros no nos importa los otros resultados, porque si perdíamos se nos complicaba bastante”, indicó analizando la ventaja que le hubiese sacado Sarmiento si La Fragata perdía: con seis puntos en juego, a Blas se le escapaba el equipo de Junín por cinco puntos.
“Tenemos que ganar los dos que nos quedan, hoy el equipo demostró los huevos que tiene y para que está en esta instancia”, arengó el entrenador de Almirante.
Por su parte, Daniel Bazán Vera remarcó la importancia del triunfo. “Si perdíamos, se nos complicaba mucho. La gente lo sabía y por eso la impaciencia se notaba y cada uno de los goles que sirvieron para darlo vuelta fueron un desahogo para todos tremendo”, indicó el Indio.
“Fue un partido extraño, ellos jugaban como si les sirviese de algo ganarnos... por ahí les servía, no sé”, dijo dejando lugar a la duda eterna de cada final del campeonato, sea cual fuere la categoría, sobre los incentivos por parte de terceros para jugar con más ganas, aunque ya no sirva de nada.
El descargo no tardó en llegar en el vestuario visitante. “Nos jugamos la vida por amor propio, queremos dejar una mejor imagen aunque no sirva en la tabla y que nosotros le ganáramos a un candidato al ascenso, no motivó”, admitió Litmanovich, quien se quejó -y devolvió la pelota con más dudas- del arbitraje: “estaba muy apurado por echar jugadores nuestros”.
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