SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Quilmes sufría como nunca en el torneo y veía como se le escapaba el partido ante San Martín, pero en el último suspiro, apareció el “Japonés” Miguel Caneo y con un remate cruzado clavó la igualdad para el Cervecero; que con este resultado perdió la punta del torneo de la Primera B Nacional y quedó como escolta de Olimpo (la diferencia con el tercero es de 5 unidades).
Los primeros pasajes del encuentro fueron moviditos. A penas pitó, Alejandro Castro el Santo fue a buscar el arco y antes del primer minuto, avisó con un cabezazo de Alvarez. A partir de ahí, San Martín se metió la tenencia del balón en el bolsillo y el primer cuarto, terminó siendo un monopolio tucumano. El local manejaba los tiempos del partido; sin embargo, como no era punzante en los últimos metros, no lograba cristalizar su supremacía en la red.
Para ese momento, Quilmes hacía lo que podía y trataba de “zafar” de los arrebatos que le tiraba San Martín. A medida que fue pasando el tiempo, el Santo aflojó su marcha y perdió ese ímpetu con el que arrancó. A partir de la media hora, el Cervecero se metió en el partido, Miguel Caneo pudo entrar en juego y el trámite se equilibró.
El equipo de Ghiso salía rápido con la pelota, pero cuando cruzaba los tres cuartos de cancha, elegía mal y entonces, el arquero Julio López ni se tenía que mover. Lo mismo le ocurría a San Martín de Tucumán cuando iba, por eso las situaciones de riesgo desaparecieron por completo y el primer tiempo se fue sin alegrías.
En el complemento, el Cervecero intentó ser el protagonista, pero cuando se le acabaron las ideas; San Martín se fue con todo y le cascoteó el rancho. A los 16, Quilmes como en toda la noche marcó mal en línea y Oreja casi lo duerme, pero Trípodi lo salvó justito. Después, a los 26, Alvarez llegó por atrás sin marca para empujarla, y el delantero la desperdició. Mientras que a los 31, Alvarez quedó frente a Trípodi y el 1 volvió a ganar el duelo.
Pero a los 35, Alvarez tuvo su revancha. Germán Noce tiró el centro y esta vez, el 9 del Santo la mandó a guardar. El Santo no sacaba el pie del acelerador y a los 45, Herrera le quemó las manos a Trípodi, que tuvo una reacción colosal y le dio una chance más a Quilmes. Cuando el partido moría, el Cervecero se jugó su último “pleno” y Miguel Caneo marcó el gol de la igualdad. Más allá de que el Cervecero rescató un punto de oro, perdió la punta del certamen.
DIARIO POPULAR
Los primeros pasajes del encuentro fueron moviditos. A penas pitó, Alejandro Castro el Santo fue a buscar el arco y antes del primer minuto, avisó con un cabezazo de Alvarez. A partir de ahí, San Martín se metió la tenencia del balón en el bolsillo y el primer cuarto, terminó siendo un monopolio tucumano. El local manejaba los tiempos del partido; sin embargo, como no era punzante en los últimos metros, no lograba cristalizar su supremacía en la red.
Para ese momento, Quilmes hacía lo que podía y trataba de “zafar” de los arrebatos que le tiraba San Martín. A medida que fue pasando el tiempo, el Santo aflojó su marcha y perdió ese ímpetu con el que arrancó. A partir de la media hora, el Cervecero se metió en el partido, Miguel Caneo pudo entrar en juego y el trámite se equilibró.
El equipo de Ghiso salía rápido con la pelota, pero cuando cruzaba los tres cuartos de cancha, elegía mal y entonces, el arquero Julio López ni se tenía que mover. Lo mismo le ocurría a San Martín de Tucumán cuando iba, por eso las situaciones de riesgo desaparecieron por completo y el primer tiempo se fue sin alegrías.
En el complemento, el Cervecero intentó ser el protagonista, pero cuando se le acabaron las ideas; San Martín se fue con todo y le cascoteó el rancho. A los 16, Quilmes como en toda la noche marcó mal en línea y Oreja casi lo duerme, pero Trípodi lo salvó justito. Después, a los 26, Alvarez llegó por atrás sin marca para empujarla, y el delantero la desperdició. Mientras que a los 31, Alvarez quedó frente a Trípodi y el 1 volvió a ganar el duelo.
Pero a los 35, Alvarez tuvo su revancha. Germán Noce tiró el centro y esta vez, el 9 del Santo la mandó a guardar. El Santo no sacaba el pie del acelerador y a los 45, Herrera le quemó las manos a Trípodi, que tuvo una reacción colosal y le dio una chance más a Quilmes. Cuando el partido moría, el Cervecero se jugó su último “pleno” y Miguel Caneo marcó el gol de la igualdad. Más allá de que el Cervecero rescató un punto de oro, perdió la punta del certamen.
DIARIO POPULAR
Comentarios