Andrés Soriano, brazos en alto, festeja su gol, el del 1-0.
El Bohemio anda derechito y ya se metió en la lucha de arriba: venció 3-1 a un Los Andes que se hunde...
Apretó el acelerador y va. Atlanta lleva seis juegos sin perder, con tres triunfos, y parece no aflojar. Así lo demostró ayer frente a un Los Andes que tras la salida de Cachín Blanco continúa con su caída en picada: lleva ocho juegos sin victorias (5 PE y 3 PP) y se hunde. Mientras que el Bohemio ya se metió de lleno en la lucha de arriba.
Los números no mienten y por eso no causó sorpresa que el local tuviera un arranque tan flojo. Endeble en todas sus líneas, le costó horrores hilvanar dos pases seguidos al local. Mientras que del otro lado, la cuestión fue diferente. Porque los de Villa Crespo fueron prácticos, no se complicaron y sin brillar en el juego pudieron lastimar. Porque de dos jugadas sucias, con varios rebotes, la visita puso el 1-0 cuando Andrés Soriano la empujó por el segundo palo, y luego amplió la cuenta con una linda definición -como si fuera delantero- del defensor Arancibia. Era justo el resultado y en las tribunas los insultos comenzaron a bajar, aunque sobre el final los dirigidos por la dupla Garay-Ríos se encontraron con un penal (mano de Canou) que Churín metió para el 1-2.
Pero nada cambió de rumbo en el ST. Porque si bien Los Andes salió más decidido y obligado a remontar el resultado, siguió sin encontrar la forma de generar juego. Y para colmo, sobre el final Cubito Cáceres calculó mal en un tiro libre de Ferragut y a cobrar... Por eso Atlanta se llevó un 3-1 que lo ilusiona en la lucha de arriba. El Bohemio anda derecho.
OLÉ
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