El Polaco Carreira posa junto al escudo de su querido Temperley. El se ilusiona, los hinchas también
“La última vez que peleamos un campeonato fue con Pasini. Y perdimos el título en aquél partido con Atlanta, en cancha de Ferro. Yo ese día estuve en la popular, me amargué muchísimo y ahora, desde adentro, quiero hacer algo para que esta vez sea diferente. Sueño con ascender con estos colores, que son los que más quiero”, confiesa el protagonista de esta historia, que no es otro que Emanuel Carreira, el pibe que marcó el gol del 2-1 agónico ante Atlanta en el Beranger. Sí, el mismo que colocó al Cele en el tercer lugar de la clasificación de la Primera B a sólo cinco de los líderes Sarmiento y Nueva Chicago (57).
El Polaco charló con Info Región después de su noche gloriosa, la del primer gol en Primera, para contar secretos desde sus comienzos en el baby del Club Mayo de Luis Guillón hasta de su consolidación en el plantel profesional de Temperley y la conformación del equipo que hoy hace soñar a todos los hinchas de El Gasolero.
- Lo que viviste es algo que no sucede todos los días. ¿Pensabas que se podía dar?
- Estoy muy contento porque el gol es el primero y además por el condimento con el que llegó porque íbamos 1-1 en un partido donde necesitábamos el triunfo y fue sobre la hora. ¡Jamás lo hubiese imaginado de esta manera! Además fue un lindo gol luego de una pared con Luis (López). ¿Qué más puedo pedir?
- Tardó en llegar el gol. Y para vos que eras delantero debe ser raro…
- Si, seguro. En inferiores estaba acostumbrado a meterla. Ahora le había perdido un poco la maña, ja. Había tenido algunas chances de hacer goles, pero no se me daba, por suerte terminó la espera.
- ¿Y cuando hiciste el gol que fue lo primero que se te vino a la mente?
- Lo primero que hice fue relojear al línea a ver si no me lo anulaba (risas) porque no lo podía creer. Después la imagen es una, sin nitidez, creo que se te pasan todas las cosas que viviste en el club, el acompañamiento de la familia y el sentimiento de hincha que tengo porque siempre lo seguí a temperley, iba a ver los partidos cuando jugaba abajo y esta es la camiseta que siento.
- ¿Cómo fueron los comienzos en el fútbol?
- Y… los primeros pasos fueron en el baby del Club Mayo, en Luis Guillón, cerquita de mi casa. Ahí jugué casi 4 años. Después empecé infantiles en Temperley e hice todas las divisiones en el club, siempre de delantero o mediapunta hasta en la reserva.
- ¿En ningún momento te preguntaste porqué no te ponían en tu puesto?
- Seguro, pero se dio así. Me tocó algún partido jugar de volante con Barrella por necesidad, después llegó Stagliano que quizá porque no me conocía de antes o porque no tenía un ocho me hizo jugar de volante. En su momento esperaba la chance de jugar de delantero pero después me mentalicé en trabajar el oficio de mediocampista y en perfeccionarme para serle útil primero al Tano y ahora al Flaco Vivaldo. Hoy me siento mejor, antes sólo corría; hoy tengo más técnica de quite o de robo que es lo que también tiene que tener un ocho.
- Igual desde que llegó Vivaldo da la sensación que tenés más libertad en ataque…
- Si, el Flaco ante Atlanta por ejemplo me pidió que no me preocupe por la marca, que vaya para adelante y que jugara casi de delantero; que atrás estaban el Chano (Orfila) o Nahuel (Martínez) para respaldarme.
- ¿Qué cambió con la llegada de Vivaldo y la salida de Stagliano?
- El equipo mantiene la misma esencia que cuando arrancó en junio, pero las incorporaciones de Almada u Orfila le hicieron muy bien al equipo. El Flaco lo que tiene es que es casi un par, te habla mucho y parece que fuera tu compañero, porque de hecho o fue hasta hace poco. El Tano formó este plantel, pero era más un jefe. A veces te retaba y decías: ‘Upa, mirá lo que me dijo el entrenador’. La manera de ser de Vivaldo le hizo muy bien al grupo, porque es una gran persona.
- ¿Ante Atlanta apareció la personalidad de este Temperley?
- También ante Sarmiento. Fueron partidos donde tuvimos que salir de situaciones adversas. Y lo hicimos bien. Si te hacen un gol o te cobran un penal dudoso podés quejarte en el momento pero después eso tenés que despertarte, sacar del medio e ir por el empate como hicimos ante Atlanta o con Sarmiento cuando luego del gol de Núñez conseguimos el triunfo. Lo bueno es que no nos dejamos llevar por la ansiedad de la gente.
- ¿Fue uno de esos partidos donde se saca chapa de candidato?
- Puede ser, porque en el primer tiempo no nos salieron las cosas y nos dimos cuenta de que estábamos jugando mal. Tuvimos una charla importante en el vestuario y salimos con otra actitud, hicimos lo que sabemos y tuvimos varias opciones de gol que nos llevaron al triunfo jugando por abajo, es algo meritorio contra un rival como Atlanta que tiene buenos jugadores y propone una idea, no sale sólo a meterse atrás.
- Ahora vienen Central Córdoba en Rosario y Estudiantes (BA) en Turdera. ¿Cómo imaginás el futuro?
- Este es un campeonato muy parejo. Antes de empezar la segunda rueda estábamos a doce puntos de Sarmiento, que hoy está abajo nuestro. A veces jugás contra un rival de mitad de tabla y se da más bravo que contra uno de los candidatos. Hay que ganarle a Central y después venir acá al Beranger y jugarnos otra final. No hay que relajarse ni enloquecerse porque todavía falta.
- El Beranger explotó en los últimos partidos. Para vos que te criaste en el club debe ser especial jugar con tanta gente…
- La verdad que ver que las tribunas se caen abajo me vuelve loco, es terrible lo que empuja la hinchada de Temperley de local y me emociona porque soy hincha, me da una alegría inmensa. Y todos queremos lo mismo que es pelear el campeonato hasta el final para ascender. Es fundamental recoger ese aliento de forma positiva, no impacientarse.
- ¿Falczuk se tiene que impacientar por tus goles?
- (risas) No, es un fenómeno Nico. Espero que mis goles lleguen en momentos calientes, cuando no la metan mis compañeros, pero que la mayoría los marquen Nico, Dani (Bazán Vera) o Luisito (López) que son los que viven más de convertir. ¡Y con tal de que sigamos así, que los meta hasta el Chino Moiraghi!
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