
La "Crema" no pudo con San Martín de San Juan en un partido de bajo vuelo que se jugó en el Monumental de barrio Alberdi. Con este punto, Atlético queda a dos puntos de los que jugarían hoy la Promoción.
Cuando no se tiene actitud, no hay vueltas que darle. Cuando domina la desidia no se puede encarrilar absolutamente nada. Cuando no hay una sola idea, pero ni una sola, la brecha de jugar Promoción con un equipo de Primera entra en duda. Cuando Rafaela no consigue manejar la presión, la mente de sus jugadores se nubla, comienzan a chocar con todo lo que está adelante. A los de Fuentes le pasó todo esto en la tarde noche de Rafaela y por eso debieron conformarse con el punto que consiguieron frente a San Martín de San Juan donde el resultado terminó en blanco.
El equipo de la “crema” se mostró impotente, previsible, inseguro, confundido, endeble anímicamente. Un Atlético de Rafaela al que su gente le reclamó más entrega en varios pasajes del partido.
Este Atlético tuvo una diferencia con los anteriores: no demostró la misma agresividad ofensiva. Las camisetas de Atlético ayer no llegaron en aluvión hasta el área de enfrente. En la tarde noche de Rafaela, Ribolzi no terminó de acomodarse nunca posicionalmente, los laterales Gil y Freire, jamás llegaron por los costados de manera clara para mandar un centro para la cabeza de Visconti. López, un delantero de peligro, nunca pudo con la defensa que propuso la visita, salvo el cabezazo del comienzo cuando el “1” de San juan avisó que sería imbatible. Los volantes de Rafaela, Cáceres apagado y Serrano perdido o sin rumbo.
Por último, la defensa y el arquero. Los tres defensores atentos y luchando con la fuerza de Rodas, salvo Menghi que por buscar muy arriba y no hacía otra cosa que descuidar a Cerí que fue quien más molestó y Capogrosso un espectador más de la noche. San Juan, en cambio, apostó a agregar gente atrás y jugar de contraaque como único argumento. Aunque pueda parecer una frase común sostener “las comparaciones son odiosas”, en este caso se hace inevitable hablar de dos equipos parecidos: no jugaron bien y por repartieron todo. El punto le sirvió a San Juan que lo festejó como si hubiera conseguido un campeonato. A Rafaela no le alcanzó ya que se jugó en el Monumental y ante una buena cantidad de gente que prefirió el retiro en absoluto silencio.
Atlético de Rafaela y San Martín de San Juan jugaron mal y eso no se discute.
En la mediocridad y el equilibrio, lo de ayer en Rafaela se puede revertir con una racha de resultados favorables. Aunque si sigue jugando así, el fovoritismo irá decreciendo rápidamente.
EL LITORAL
El equipo de la “crema” se mostró impotente, previsible, inseguro, confundido, endeble anímicamente. Un Atlético de Rafaela al que su gente le reclamó más entrega en varios pasajes del partido.
Este Atlético tuvo una diferencia con los anteriores: no demostró la misma agresividad ofensiva. Las camisetas de Atlético ayer no llegaron en aluvión hasta el área de enfrente. En la tarde noche de Rafaela, Ribolzi no terminó de acomodarse nunca posicionalmente, los laterales Gil y Freire, jamás llegaron por los costados de manera clara para mandar un centro para la cabeza de Visconti. López, un delantero de peligro, nunca pudo con la defensa que propuso la visita, salvo el cabezazo del comienzo cuando el “1” de San juan avisó que sería imbatible. Los volantes de Rafaela, Cáceres apagado y Serrano perdido o sin rumbo.
Por último, la defensa y el arquero. Los tres defensores atentos y luchando con la fuerza de Rodas, salvo Menghi que por buscar muy arriba y no hacía otra cosa que descuidar a Cerí que fue quien más molestó y Capogrosso un espectador más de la noche. San Juan, en cambio, apostó a agregar gente atrás y jugar de contraaque como único argumento. Aunque pueda parecer una frase común sostener “las comparaciones son odiosas”, en este caso se hace inevitable hablar de dos equipos parecidos: no jugaron bien y por repartieron todo. El punto le sirvió a San Juan que lo festejó como si hubiera conseguido un campeonato. A Rafaela no le alcanzó ya que se jugó en el Monumental y ante una buena cantidad de gente que prefirió el retiro en absoluto silencio.
Atlético de Rafaela y San Martín de San Juan jugaron mal y eso no se discute.
En la mediocridad y el equilibrio, lo de ayer en Rafaela se puede revertir con una racha de resultados favorables. Aunque si sigue jugando así, el fovoritismo irá decreciendo rápidamente.
EL LITORAL
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