
La sensación después de la caída ante Estudiantes es familiar en los pasillos del Milrayitas. En esta oportunidad uno de lo más chicos, Maximiliano Barreiro, del plantel enfrentó la realidad y sostuvo que cada vez que le llegan al Cala, el equipo se “desploma”. “Nos atacaron en una jugada y fue gol, ya no sabemos cómo remediarlo”, remarcó.
Los Andes tocó fondo en la tabla de posiciones y no encuentra la manera de salir, como tampoco de convertir. En Lomas todo se torna gris oscuro, cada vez que le marcan un gol le resulta imposible levantar el resultado, sea cual sea el rival. El lunes cayó por la mínima diferencia ante Estudiantes y mañana visita a Chicago. La dinámica del torneo permite que la cabeza ya esté puesta en el siguiente partido, más sabiendo que el lunes ante el Pincha la suerte nuevamente cayó para el lado de la visita.
Maximiliano Barreiro fue el único en tener algo de ánimo para afrontar la rueda de prensa y reflexionó que el equipo ya no sabe “cómo remediar esta situación”.
“Creo que todos lo vieron, dejamos la vid en la cancha. Y como siempre, una jugada, un gol. No se puede tener tanta mala suerte”, explicó el lateral.Es que lo requerido por el entrenador Ricardo Rodríguez se cumple en varios momentos el encuentro. Toque corto, asociado, relevos por las bandas y llegada hasta el fondo con los volantes.
Por eso el lamento es algo que no pudo ser disimulado en Barreiro: “Tenemos la pelota todo el partido, generamos situaciones de gol y se nos va de las manos de esta manera, no se puede entender”, explicó el marcador de punta derecho.En sus declaraciones compartió la angustia y el enojo consigo mismo porque no pueden encontrar la salida. Y también remarcó que el encuentro ante uno de los escoltas del certamen se pareció mucho a la derrota con Tristán Suárez.
“Fuimos a buscar el partido y no nos salió, cuando esperamos de contra, tampoco sale. Es algo que nos viene pasando hace algunos partidos, casi de la misma manera”, consideró el juvenil.
Después mencionó el tema de la confianza. Es lógico que la seguidilla de partidos perdidos deje la autoestima del plantel por el suelo. Y Maxi entiende que de ganar al menos un partido, se encararía de otra manera la semana de trabajo y cada encuentro.
“El resultado no nos ayuda nunca, si estuviera un poquito de nuestro lado capaz que los partidos que vienen, no sé si ganarlo todos, pero saldríamos con más confianza seguro”, concluyó el lateral. El entrenador también dejó en claro que sus jugadores “dejaron todo” y que por más que no se haya logrado el objetivo de volver a sumar de tres, “el equipo volvió a mostrar valentía”.
“Tuvimos algunas situaciones de gol muy claras y ellos en una contra nos convirtieron. Cuando estás torcido no hay vuelta que darle”, agregó el Negro. El equipo se prepara para visitar mañana a Nueva Chicago, desde las 17:30 con el arbitraje de Héctor Paletta en Mataderos.
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