En el Gallo dijeron sí al cambio de cancha: ingresarán 22 mil personas y las obras comenzarán en 2011.
Para el hincha apasionado, la cancha del equipo de sus amores, es una especie de segunda casa o, hasta en los casos más desenfrenados, su lugar en el mundo. No sólo porque se haya pasado un determinado tiempo en esas tribunas, sino por las fuertes emociones que allí se desataron (a veces agradables, otras dolorosas). Y Morón vivió todas en sus 63 años de existencia. Algunos recordarán el ascenso a Primera en 1968 y otros rezarán con retornar a la BN, tal cual sucedió en la temporada 89/90. Sin embargo, ese barrio ya no tendrá el mismo significado, puesto que en las últimas horas unos 228 asociados -en una decisión histórica- aprobaron de manera unánime el traslado del estadio, con nuevo modelo, y la sede social a un predio de Castelar.
La mudanza comenzaría a mediados de mayo del año próximo y será una especie de trueque, porque la localía del Gallito se edificará a lo largo de tres etapas en el terreno que ocupaba la ex Téxtil Castelar, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, cuyo dueño construiría un supermercado Coto, donde se encuentra actualmente el Francisco Urbano. Así las cosas, la primera etapa demandará cerca de dos años y en ella se hará entrega del nuevo estadio con capacidad para 22. 218 espectadores, un gimnasio y todo el equipamiento edilicio. A partir de esa fecha, el club estrenaría la cancha, al tiempo que entregaría el actual estadio y todos sus anexos.
La segunda etapa ocupará 36 meses y servirá para finalizar la nueva sede con piletas, sector de parrillas y un parque con mayor equipamiento para que disfruten los socios y las familias. La tercera, en cuanto a tiempo será similar a la anterior, se basará para completar el playón de estacionamiento, un microestadio, varias canchas y un hotel que servirá para que el plantel profesional se concentre.
Hasta ahora el cambio en apariencia es bueno.
OLÉ
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