José Luis Calderón colgó los botines y lo hizo como debía: con un gol. Su equipo perdió pero Caldera se fue ovacionado y los hinchas le pidieron que siga: "Las piernas no me dan", dijo y se fue.
“A pesar de la derrota me voy tranquilo”. Así se fue del fútbol un goleador de raza. Con más de 200 goles en su carrera, con cuatro vueltas olímpicas en el lomo y cumpliendo con la promesa de retirarse en el club que lo vio nacer, José Luis Calderón dijo basta y se fue como vivió, con un gol. “Uno debe ser inteligente y retirarse en el momento justo. Las piernas no me dan más y por eso digo basta”, comentó Caldera luego de su última función que terminó con una derrota, pero que para él significa un adió con otro gol y la ovación final de su gente. En la platea la familia, el Mago Capria y todos sus amigos saludaron al goleador que a los 33 minutos marcó de penal, pero que después sufrió con los dos goles del CADU que dieron vuelta el partido.
“Fue mi último partido. Ya perdí las ganas y ahora empieza otra etapa de mi vida. Gracias a todos los que vinieron. Hubo gente de Estudiantes, de Gimnasia, amigos, familiares… gente que uno considera importante”, comentó un emocionado Calderón. Es que fueron 20 años los que pasaron desde aquella temporada 89/90 cuando por primera vez se puso la camiseta de Cambaceres, donde con el de esta tarde jugó 84 partidos y marcó 43 goles. En el fútbol grande estuvo en Estudiantes, Arsenal, Independiente y el último equipo con el que se retiró campeón, Argentinos. En el exterior Caldera pasó por Nápoli, América de México y Atlas. Con la camiseta de la Selección estuvo apenas cinco partidos y tal vez su gran cuenta pendiente haya sido no haber podido marcar goles. Pero la carrera de Caldera será intachable y directamente vinculada con el gol. Se fue como llegó, goleador…
OLÉ
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