Román Díaz intentó ponerse el equipo al hombro toda la tarde. No alcanzó para ganar (Foto: Sergio Cejas / La Voz).
Partiendo de la base de que Instituto fue superior a Aldosivi y de que mereció ganar el partido, habría que analizar los porqués del 0-0.
La falta de puntería aparece como la razón principal ya que ni siquiera hubo una gran actuación del arquero Pablo Campodónico que pudiera haberse erigido en un obstáculo. El “1” del Tiburón sólo se exigió para sacarle un zurdazo a Román Díaz a los 21 del primer tiempo. Estuvo bien parado para tomar un cabezazo de Gagliardi a los 27 y para tapar un remate de Zapata, a los 12 del complemento. Después, transmitió seguridad para descolgar centros.
En un primer tiempo con Román Díaz en un altísimo nivel, a Instituto sólo le faltó convertir. Tuvo seis situaciones de gol, pero las más claras fueron un remate de Martín Zapata que movió el palo en el amanecer del partido y en un mano a mano de Silvio Romero. Luego de que Román se sacara de encima a Juan Briones, su marca personal que le miró el número toda la tarde, luchó la dividida con Pena y el balón le quedó mansito al “Chino”, que pateó desviado.
Durante el juego, la Gloria tuvo a cuatro delanteros: Zárate y Romero, 77 minutos, y el debutante Javier Correa y Diego Nadaya, el resto. “La Chancha” tuvo una floja tarde, mientras que Romero comenzó muy bien, ya que ganaba siempre en el uno contra uno, y se apagó en el segundo tiempo. Los ingresantes apenas tuvieron tiempo para agregarle frescura y generar alguna falta.
En ataque, lo mejor de la Gloria fueron sus enganches: Román Díaz, con su gran capacidad para desequilibrar, y Lucas Godoy, quien aportó claridad cuando ingresó.
A los 10 del ST hubo un penal no cobrado por mano de Velázquez luego de un remate de Gagliardi. El resto del peligro llegó con remates de Román Díaz, de Lucas Godoy y de Gagliardi. El común denominador fue que no le acertaron a los 7,32m por 2,44m, las medidas de los arcos.
En materia defensiva, los tres zagueros tuvieron un buen partido. La línea de tres no privó de una salida prolija. El sostén del medio fue Facundo Agustinoy, incansable quitador de pelotas. En algunas ocasiones, el equipo quedó mal parado cuando debió retroceder.
LA VOZ
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