Nunca Argentino vivió una situación similar. Quizás lo único que se le asemeja fue cuando en la década del ’60 dejó de competir en los torneos de AFA para jugar exclusivamente en la Rosarina. Esta tarde, su destino comenzará a definirse en el suroeste bonaerense, en la localidad de Justo Villegas, a las 15. A esa hora enfrentará a Liniers (ganador del Reducido de la D), en el primer partido por la promoción, para intentar conservar la categoría en la Primera C y no descender.
Con ventaja deportiva por pertenecer a una categoría superior, lo que le permitirá mantenerse en la C en caso de igualdad de puntos luego de que se juegue el segundo partido del sábado en el Olaeta (a las 15), el salaíto cuenta con el aval de una buena campaña que lo encontró a la finalización del torneo en la séptima posición.
Ni siquiera la sangría que sufrió por el alejamiento de algunos jugadores durante el torneo, a causa de un ajuste económico del club de barrio Sarmiento, entorpeció el andar del albo. Tan aceptable fue su juego que de no haber culminado con el penúltimo peor promedio, debió ingresar en el Reducido por su séptima ubicación en la tabla general.
El mes que transcurrió desde el final del torneo hasta el partido de hoy, por cuestiones propias de la desorganización del fútbol argentino, intentó ser subsanado con varios amistosos. Y durante esos encuentros, el entrenador Marcelo Vaquero no tocó el esquema táctico de 3-5-1-2.
Con la ida de Ramiro Lago, que se fue a probar suerte a Italia, Vaquero se inclinará hoy por Alvaro Di Lorenzo para ocupar el carril izquierdo, pese a que dejó el interrogante sobre la aparición de César Basualdo.
Adelante, el Puma Juárez acompañará a Maxi Kapustensky, aunque el DT también planteó la chance de que juegue Luciano Pons.
Con ellos, más la manija del Chiquito González y el orden del resto, Argentino enfrentará a un Liniers entonado por conquistar el Reducido de la D y un invicto de 18 partidos (13 triunfos y 5 empates).
La primera parte del futuro de Argentino empieza a escribirse. Depende del salaíto que sea con final feliz .
http://lacapital.com.ar
Con ventaja deportiva por pertenecer a una categoría superior, lo que le permitirá mantenerse en la C en caso de igualdad de puntos luego de que se juegue el segundo partido del sábado en el Olaeta (a las 15), el salaíto cuenta con el aval de una buena campaña que lo encontró a la finalización del torneo en la séptima posición.
Ni siquiera la sangría que sufrió por el alejamiento de algunos jugadores durante el torneo, a causa de un ajuste económico del club de barrio Sarmiento, entorpeció el andar del albo. Tan aceptable fue su juego que de no haber culminado con el penúltimo peor promedio, debió ingresar en el Reducido por su séptima ubicación en la tabla general.
El mes que transcurrió desde el final del torneo hasta el partido de hoy, por cuestiones propias de la desorganización del fútbol argentino, intentó ser subsanado con varios amistosos. Y durante esos encuentros, el entrenador Marcelo Vaquero no tocó el esquema táctico de 3-5-1-2.
Con la ida de Ramiro Lago, que se fue a probar suerte a Italia, Vaquero se inclinará hoy por Alvaro Di Lorenzo para ocupar el carril izquierdo, pese a que dejó el interrogante sobre la aparición de César Basualdo.
Adelante, el Puma Juárez acompañará a Maxi Kapustensky, aunque el DT también planteó la chance de que juegue Luciano Pons.
Con ellos, más la manija del Chiquito González y el orden del resto, Argentino enfrentará a un Liniers entonado por conquistar el Reducido de la D y un invicto de 18 partidos (13 triunfos y 5 empates).
La primera parte del futuro de Argentino empieza a escribirse. Depende del salaíto que sea con final feliz .
http://lacapital.com.ar
Comentarios