"Peor que esto no se puede jugar. Tenemos mucho más para dar, esperemos que el fin de semana podamos tener una buena actuación y darle una alegría a la gente". Así de claro y contundente fue el análisis del empate ante All Boys que trazó ayer Diego Chitzoff, uno de los hombres más experimentados de Central. Es que más allá del resultado, nadie miró para otro lado en el búnker canalla. Hubo una cruda autocrítica y cada uno asumió su parte de responsabilidad. "La verdad es que no se notó la diferencia de categoría. Nos pesaron los nervios. Estuvimos desconcertados, no podíamos agarrar la pelota, nos presionaban y salián muy bien de contra. Estuvieron mucho mejor ellos que nosotros, esa es la realidad", admitió el lateral-volante.
Y agregó: "El empate terminó siendo un premio excesivo, sobre todo por cómo se dio el partido. Porque si bien el equipo estuvo bien parado, no lastimamos y prácticamente no creamos situaciones de gol. Gracias a Dios tuvimos esa jugada al final que nos dio algo de tranquilidad".
—¿Entienden el enojo de los hinchas por la actuación del equipo?
—Obviamente. Porque esto es una promoción y no se jugó de la manera que pretendíamos. Yo soy uno de los primeros que tiene autocrítica, yo fui un desastre, jugué muy mal, lo reconozco. Acá cada uno hizo su autocrítica y dejamos las cosas bien en claro para tratar de hacer lo mejor en la vuelta.
—¿Creés que en el Gigante la historia será diferente?
—Va a ser muy difierente, esperemos. Pero si jugamos como el otro día, se va a complicar. Esperemos que cambiemos la cabeza, hay que estar bien, el grupo está mentalizado en sacar esto adelante. Esperemos que el fin de semana cambie la suerte y que nosotros podamos ser los protagonistas del partido.
—¿Le encuentran razones a lo que pasó en Floresta?
—Estamos acostumbrados a canchas buenas, más grandes, y al bajar a una cancha tan chica se nos complicó. La cancha de Argentinos también es chica pero este campo de juego era muy malo y ellos están acostumbrados a jugar en esa cancha y a nosotros se nos hizo muy difícil.
—¿No se habían preparado para jugar en esas condiciones?
—Lo veníamos viendo. Sabíamos que iba a ser un rival muy duro, pero nos sorprendió porque nos salió a presionar en toda la cancha, no nos dejó jugar. Queríamos darnos vuelta en la mitad de la cancha y nos comían en todas las líneas. Ahora ya los conocemos, y si bien ellos dieron el máximo y nosotros no estuvimos bien, no se perdió. Por eso hay que sacar lo positivo y hacer las cosas lo mejor posible en el Gigante.
LA CAPITAL
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