En un final vibrante e incierto, La Fragata se quedó con la gloria y concretó el retorno a la Primera B Nacional, luego de adjudicarse el campeonato de la B Metropolitana, al ganarle por 2 a 1 a Atlanta, en el estadio Fragata Sarmiento de Isidro Casanova. A los 6´ del primer período, a través de un cabezazo de Andrés Soriano, el Bohemio se puso en ventaja, pero a los 41´ Federico León empardó las cosas y a los 28´ del complemento Daniel Bazán Vera decretó el 2-1 final y el campeonato para el conjunto de Casanova.
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En un final vibrante e incierto, Almirante Brown se quedó con la gloria y concretó el retorno a la Primera B Nacional, luego de adjudicarse el campeonato de la B Metropolitana, al ganarle por 2 a 1 a Atlanta, en el estadio Fragata Sarmiento de Isidro Casanova.
El menú de la 42a. y última fecha del torneo de la B Metropolitana comprendió como otra de las atracciones principales al triunfo que Flandria registró por 2 a 1 sobre Sarmiento de Junín, equipo que llegaba a la instancia decisiva como líder, con 75 unidades.
De esta manera, la entidad de Jáuregui evitó definitivamente jugar la promoción por el descenso y condenó al elenco de Mario Finarolli a protagonizar el Reducido de la categoría.
Almirante Brown (77 puntos) necesitó revertir un resultado adverso desde temprano porque Atlanta (58), que necesitaba ganar para ingresar al grupo de "privilegiados" que pugnarán por un repechaje para subir a la B Nacional, se puso en ventaja a los 6m. del primer período, a través de un cabezazo de Andrés Soriano.
El equipo de Blas Giunta, quien anunció que continuará en la entidad "aurinegra", estableció la igualdad a los 41m. de ese segmento inaugural, con un cabezazo de Federico León.
A esa altura de la tarde, el campeonato quedaba en manos de Sarmiento, ya que se registraba en Jáuregui una igualdad en un tanto, producto de los goles aportados por Emmanuel De Porras (29m., con un cabezazo) para el once local y de Fernando Pasquinelli (34m., otro frentazo), para el visitante.
Apenas comenzado el segundo tiempo, el once "mirasol" gozó de una chance concreta para desnivelar el marcador, a los 10m., cuando Gastón Lolli le cometió una infracción en el área a Román Díaz, que el árbitro Julio Barraza sancionó como penal. La ejecución, en los pies de Daniel Bazán Vera, fue recta y permitió que Rodrigo Llinás desviara el disparo con los pies.
Almirante necesitaba desnivelar, mientras aguardaba, con la radio pegada a la oreja, que llegaran noticias desde Jáuregui.
Y sobre los 28m., el pueblo de La Matanza se elevó en un grito, cuando Román Díaz mandó un centro desde la derecha, Bazán Vera cabeceó, permitió la tapada de Llinás y el rebote le quedó al goleador, que definió mandando la pelota a la red, casi llevándosela por delante. 2-1 y Almirante festejaba.
Los minutos finales en Isidro Casanova transcurrieron con nerviosismo, con el local cediéndole la pelota a su adversario y apostando a alguna contra.
Atlanta, con más vergüenza que fútbol, se fue contra el área de César Monasterio y obligó a una muy buena respuesta del guardavallas, en tiempo adicionado, cuando manoteó un tiro de Juan Acosta Cabrera que se metía. El árbitro Barraza pitó el final y entonces el foco de atención pasó por lo que ocurría en Jáuregui.
Hubo muecas de disgusto y rostros de decepción, cuando la radio revelaba un supuesto gol de Rodrigo Aillapán para Sarmiento, anulado por una posición adelantada de Pasquinelli en una jugada previa.
La decisión del árbitro Germán Delfino devolvió esperanzas en los corazones "aurinegros". Y esa ilusión trocó en locura, cuando el ingresado Fernando Cigno, en el cuarto minuto de adicional, le entregó el triunfo definitivo a Flandria y aniquiló el sueño de Sarmiento, que ahora deberá revalidar sus credenciales en el Reducido.
El postrero tanto del elenco "canario" desató un tumulto, por supuestas cargadas de los jugadores de Flandria a los de Sarmiento, que derivó en las expulsiones de Pasquinelli, Javier Capelli y Juan Manuel García en el elenco "verde".
Ganó Almirante Brown y festeja el retorno a la B Nacional, como en el 2007, cuando superó en la final a Estudiantes de Buenos Aires (1-0), jugada casualmente en Junín, después de aquella recordada suspensión en cancha de Racing, por el petardo que explotó cerca del arquero Walter `Cubito` Cáceres.
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